El neobanco MyInvestor exige que ganes 4.000 euros al mes para darte una hipoteca de 100.000 euros (además del famoso 20%)
El acceso a una vivienda propia es, para muchas personas, uno de los mayores retos financieros a lo largo de su vida. Y la situación no parece ser más fácil con los requisitos que ciertas entidades bancarias están imponiendo para otorgar hipotecas. Un caso reciente es el de MyInvestor, el neobanco español que, a pesar de presentarse como una alternativa digital innovadora y accesible, ha generado controversia con sus exigentes condiciones para adquirir una hipoteca. Analicemos en detalle cuáles son estos requisitos y por qué están generando indignación entre posibles clientes.
Requisitos que parecen inalcanzables para muchos
El banco plantea una serie de preguntas que de entrada pueden filtrar de manera considerable quién puede optar a una hipoteca y quién no. Desde la pregunta sobre si la vivienda será la residencia habitual o una segunda residencia, pasando por el importe de la compra y la cantidad que se desea financiar, hasta la preferencia por un tipo de interés fijo o variable y el plazo de la hipoteca. Aunque todas estas preguntas parecen sensatas para comprender la capacidad financiera del solicitante, el problema reside en las condiciones finales que exige la entidad para otorgar el préstamo.
Condición principal: ingresos mínimos de 4.000 euros al mes
Uno de los requisitos que más ha causado indignación es que el titular o titulares de la hipoteca deben tener ingresos netos mínimos de 4.000 euros mensuales. Esta cifra, que parece estar muy por encima del salario medio español, deja fuera a una gran parte de la población, y no sólo a quienes ganan menos de esa cantidad. Esto puede generar la percepción de que MyInvestor está orientado a un público selecto de rentas altas, lo cual va en contra del espíritu de accesibilidad que promueven muchos neobancos.
Limitación en el porcentaje de financiación
Otro de los requisitos establece que el importe del préstamo no puede superar el 80%-70% del valor más bajo entre el precio de compraventa y la tasación de la propiedad. Esto significa que el cliente debe contar con al menos el 20%-30% del valor del inmueble como ahorro previo, algo que para muchos compradores puede ser un obstáculo insuperable. Cabe recordar que ahorrar este porcentaje del valor de una vivienda, sumado a los gastos adicionales de la compraventa (como impuestos, notaría, y gestoría), puede suponer un reto mayúsculo para las familias que buscan adquirir su primera casa.
Importe mínimo de la hipoteca: 100.000 euros
Por si fuera poco, MyInvestor establece un importe mínimo de 100.000 euros para conceder una nueva hipoteca. Esto significa que, si el cliente requiere un préstamo por un valor menor, sencillamente no será elegible para solicitarlo con este banco. Esta condición excluye a aquellos compradores que buscan propiedades más modestas o en localidades donde los precios son significativamente más bajos que la media nacional.
Un acceso a la vivienda cada vez más complicado
En un contexto en el que la propiedad de la vivienda sigue siendo una aspiración para la mayoría de la población española, las condiciones impuestas por MyInvestor parecen alejadas de la realidad financiera de muchas familias. Si bien es cierto que los bancos buscan minimizar los riesgos a la hora de otorgar préstamos, poner un límite de ingresos tan alto y limitar el porcentaje de financiación no hace sino acrecentar la brecha entre quienes pueden acceder a una vivienda en propiedad y quienes se ven condenados a vivir de alquiler.
Una oportunidad perdida para democratizar el acceso al crédito
El sector de los neobancos ha venido pisando fuerte en los últimos años, presentándose como una alternativa digital y, en teoría, más flexible a la banca tradicional. Sin embargo, condiciones como las que establece MyInvestor demuestran que, en algunos casos, estos nuevos actores del mercado no están democratizando el acceso al crédito, sino que están perpetuando las mismas barreras de entrada que han impedido a muchas familias acceder a una vivienda propia.
La pregunta que surge entonces es si estas políticas de acceso tan restrictivas son realmente necesarias o si se trata simplemente de una estrategia para atender a un público objetivo más exclusivo. De cualquier manera, lo cierto es que requisitos como los que plantea MyInvestor siguen dejando fuera a una gran parte de la población que busca cumplir el sueño de tener una casa propia.
Conclusión: más transparencia y empatía necesarias
El debate sobre las hipotecas y el acceso a la vivienda no es nuevo, pero ejemplos como el de MyInvestor lo ponen nuevamente sobre la mesa. Si las entidades bancarias, sean tradicionales o digitales, quieren realmente contribuir a que más personas accedan a una vivienda propia, es necesario que adapten sus requisitos a la realidad económica de la mayoría. De lo contrario, el acceso a una vivienda propia seguirá siendo un privilegio reservado para unos pocos.